Apocalípsis (Revelación): la gran lucha escatológica en la que todos estamos involucrados, ha comenzado!

del blog de p. Livio - Radio María Italia - 16 de Marzo - Año del Señor 2022

Queridos amigos,

si nos detenemos a meditar el último mensaje de la Reina de la Paz, nos damos cuenta de cómo se ve la situación en el Cielo.

Nuestra Señora describe el comienzo de la guerra en tonos decididamente apocalípticos, como el intento de satanás de prevalecer en su voluntad de tragarse toda la tierra con sus habitantes en el infierno.

Nuestra Señora nunca había usado estas imágenes y estos tonos. Es el comienzo de la gran batalla escatológica en la que todos estamos involucrados.

Nuestra Señora anticipa lo que satanás pretende hacer y hay tres palabras infernales que nunca querríamos escuchar: muerte, odio, miedo.

Muerte: satanás vino a visitarnos para destruir nuestras vidas, nuestro planeta y nuestro futuro. Quiere aniquilar la humanidad que Dios creó y redimió haciéndose hombre.

Pero esto no es suficiente para él. El quiere crear una situación de tal caos espiritual que le permita apoderarse de nuestras almas para llevarlas consigo al abismo.

La herramienta para lograr todo esto es el odio, odio contra Dios y contra el prójimo, de tal manera que seamos nosotros mismos en llevar a cabo su plan de muerte.

Por consecuencia, hoy, el mundo entero, está embargado y paralizado por el miedo, con el cual el maligno quiere hacernos creer que vencerá y dominará y que tendremos que ponernos de su parte.

¿Quién sino el mismo satanás podría amenazar a la humanidad con el uso de bombas atómicas en caso de que alguien se opusiera a su arrogancia?

La batalla es pues entre la Madre de Dios y satanás, entre la Mujer vestida de sol y el gran dragón rojo, con sus ejércitos respectivos.

¿De qué lado están los hombres? ¿Qué camino recorrerán, qué mensajes escucharán, qué decisiones tomarán, qué destino enfrentarán?

La Reina de la Paz ha venido del cielo a la tierra desde hace más de cuarenta años para prepararnos para este tiempo dramático, del cual no hay escapatoria.

No sabemos cuánto durará esta batalla, pero estamos seguros que triunfará el Inmaculado Corazón de María y con ella todos los suyos.

Vuestro padre Livio