Los 3 días de los secretos, serán una prueba de fe!

de: el blog de p. Livio - Radio María.it - 18 de Marzo - Año del Señor 2022

Queridos amigos,

los secretos de Medjugorje son 10 y éste número evoca las diez plagas de Egipto con las cuales el pueblo de Israel fue librado de la esclavitud del Faraón. Por lo tanto, no se trata de un número casual sino de un número con un significado de salvación.

Además, "las cosas terribles" que la Reina de la Paz mostró a cada uno de los videntes si sitúan del cuarto al décimo secreto y recuerdan los siete flagelos del Apocalípsis.

Es la primera vez que Nuestra Señora ordena que los secretos entregados a los videntes se anuncien tres días antes. No explica por qué. Depende de nosotros averiguar las razones de esta disposición. De hecho, las razones son muchas y todas importantes.

Comenzamos a examinar el número tres que nos recuerda los tres días que van desde la muerte de Jesús en la Cruz hasta su Resurrección.

Lo decimos cada vez que rezamos el Credo, oración que Nuestra Señora ha recitado con los videntes desde los primeros días.

En efecto, en nuestra profesión de fe decimos: “Fue crucificado, murió y fue sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos”. Son palabras de una densidad única, que contienen el Misterio de la Redención.

Cada vez que se anuncie el secreto tres días antes, profundizaremos más y más en el misterio de los tres días de espera. Sobre todo este mundo que "ha rechazado la fe y la cruz" debe tomarlo en consideración.

¿Qué sucedió en esos tres días, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección, en que los adversarios de Cristo se felicitaron unos a otros, mientras sus Seguidores, vacilantes en la fe, huyeron o se escondieron, pensando que ya todo estaba perdido?

Para los apóstoles, la Pasión de Jesús fue una prueba dramática, en la que su fe fue probada por satanás, como el Maestro les había anunciado.

En esos tres días debían recordar las palabras de Jesús, que les había anunciado su Resurrección después de su Pasión y muerte en la cruz.

A cambio, llegaron desprevenidos, distraídos por las cosas del mundo, incapaces de afrontar los dramáticos acontecimientos con la mirada de la fe y la fuerza de la oración.

Esta situación existencial será también la nuestra en los tres días que preceden a cada evento. De hecho, también nosotros podríamos vacilar en la fe, dudando de las palabras de Nuestra Señora, dejándonos agobiar por la carne e influenciados por la cháchara del mundo.

Es nuestro cuidado prepararnos de ahora en adelante, imitando la fe intrépida de María en aquellas horas angustiosas de la Pasión. En esos tres días tendremos que creer que lo revelado se hará realidad y apoyar la fe vacilante de los débiles.

De hecho, la salvación pasa por la fe y este es el primer gran valor de anunciar los secretos antes de que sucedan.

Sin embargo, aún queda mucho por explorar. Hagámoslo juntos porque cada día nos acercamos más y no podemos perder el partido más importante de la vida.

Vuestro padre Livio